Por Jonathan Reverón / Director del documental “Don Armando”
Los vericuetos de la manufactura de cualquier obra son excitantes, sin importar la disciplina. Las entrañas de la fabricación de un libro como “MI COCINA A la manera de Caracas” es, sin duda, también conmovedora. Descubrimos la otra parte del génesis, los pormenores que hacen factible que ese libro rojo, azul, amarillo o verde esté en nuestras casas. Cada detalle, cada paso.
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| Fotografías: Marcel Cifuentes marcelcifuentes@gmail.com |
Los vericuetos de la manufactura de cualquier obra son excitantes, sin importar la disciplina. Las entrañas de la fabricación de un libro como “MI COCINA A la manera de Caracas” es, sin duda, también conmovedora. Descubrimos la otra parte del génesis, los pormenores que hacen factible que ese libro rojo, azul, amarillo o verde esté en nuestras casas. Cada detalle, cada paso.
Registramos el proceso en Editorial Arte, la imprenta que hoy día recibe al propio Don Armando, tan vigilante en su cocina, como frente a la máquina que imprime sus recetarios.
No importa el peso de la tarea, desde el diseño hasta la encuadernación, allí está Don Armando, crítico, paternal, con su instinto latente al lado de los operarios. En su biblioteca descansan los ensayos y errores, una copia de cada edición revisada para alcanzar la perfección, que como buen hombre tenaz y en esa búsqueda, nunca estima que la ha alcanzado del todo.
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