Es propicio reproducir a través de este blog parte del trabajo publicado en la edición aniversario de Todo en Domingo del 2010: La mesa que une al país.
"Don Armando Scannone cumplió 88 años y lo celebró con un nuevo libro de recetas venezolanas. Apenas lo culminó, ya pensaba en su próxima obra posible. Durante décadas, ha recuperado los platos venezolanos que estaban al borde de la extinción. Y todo comenzó por la inquietud íntima de preservar la felicidad de su infancia, cuando toda su familia se reunía ante una mesa, donde se servían más de 15 platos distintos cada día. Él sigue multiplicando su legado, compartiendo las recetas de ese placer intacto que guarda en su paladar y memoria"
Hice un pequeño recetario para mi familia. Tendría 60 recetas. Era, digamos, la base. Los platos más corrientes y más estelares". Sólo ese pequeño manuscrito, modesto ante sus ojos, ya tenía más que lo que calcula es el menú actual de un venezolano promedio. "El repertorio habitual de platos de un venezolano hoy día puede ser de 15 platos. Eso contando el plátano y arroz".
El día clave de su cruzada, lo ha rememorado muchas veces. Magdalena, su cocinera de siempre, se fue a dar a luz a su quinto hijo, pasó dos años fuera y él quedó con el miedo de ver roto un ritual de décadas. "Yo siempre tuve un servicio que mantenía el cordón umbilical con mi casa". Cuando ella volvió, recuerda lo que le dijo. "Magdalena: no puedo decir que he pasado trabajo, pero he comido distinto. No quiero perder la comida venezolana que he comido. Quiero conservarla". De esa determinación íntima comenzó, sin saberlo, a construir su obra para todo un gentilicio. "A guardar ese patrimonio para el país".
El día clave de su cruzada, lo ha rememorado muchas veces. Magdalena, su cocinera de siempre, se fue a dar a luz a su quinto hijo, pasó dos años fuera y él quedó con el miedo de ver roto un ritual de décadas. "Yo siempre tuve un servicio que mantenía el cordón umbilical con mi casa". Cuando ella volvió, recuerda lo que le dijo. "Magdalena: no puedo decir que he pasado trabajo, pero he comido distinto. No quiero perder la comida venezolana que he comido. Quiero conservarla". De esa determinación íntima comenzó, sin saberlo, a construir su obra para todo un gentilicio. "A guardar ese patrimonio para el país".
No hay comentarios.:
Publicar un comentario